CROQUETAS, UN CLÁSICO GOURMET ESPAÑOL
- Armando´s European Food
- 5 ene
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Se trata de un alimento utilizado como tapas y aperitivos en muchos bares y restaurantes. Las croquetas son una porción de masa que puede prepararse de distintas formas, aunque tradicionalmente suele ser ovalada o redonda. Este clásico gourmet español suele contener ingredientes relacionados con la carne, el pescado, las verduras e incluso algunas frutas.
La teoría más relevante cuenta que este fabuloso aperitivo nació en Francia. “El padre” de las croquetas fue un aristócrata francés llamado Louis de Bechamel, encargado de la cocina del rey Luis XIV y creador del delicioso relleno actual de las croquetas, la bechamel. Pero no es hasta 1817 cuando las croquetas son servidas en un banquete para el archiduque de Rusia. En ese momento, fue el maestro Antonie Cámere quien tuvo la excelente idea de recubrir la bechamel con una capa crujiente que la envolvía por completo. Hoy sabemos que esta grandiosa ocurrencia fue la que dio lugar a su nombre, ya que el origen etimológico de la palabra croqueta, también proviene del francés: “croquer”, que significa crujir, y cuyo diminutivo es “croquette”.
La historia de las croquetas en España está ligada a la escasez y a la cocina de aprovechamiento. Entre 1918 y 1920, España fue sacudida por una pandemia que ocasionó millones de muertos en todo el mundo, conocida como ‘gripe española’. Solo unos años más tarde estallaría la Guerra Civil, y en este clima de hambrunas y falta de alimentos surgió la receta más próxima a lo que hoy conocemos como croqueta. Se utilizaban los sobrantes de los potajes o cocidos de los días anteriores para no desaprovechar ningún tipo de alimento.
En España, se pueden encontrar todo tipo de croquetas, consideradas un clásico gourmet español. Para que una croqueta sea auténticamente española, debe elaborarse a partir de bechamel y tener un empanado crujiente. Con estos dos elementos esenciales, es posible crear una variedad infinita de sabores. Los más comunes incluyen jamón, pollo, cocido, rabo de toro, boletus, bacalao y queso azul. Además, las croquetas tienen su equivalente en otros países, como Suiza, Hungría y los Países Bajos, donde se preparan con patatas y bechamel, aportando una textura más consistente.
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