LAS PINTAS BLANCAS DEL JAMÓN
- Armando´s European Food
- 5 ene
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Actualizado: 8 ene
Las pintas blancas del jamón curado, también denominadas pintas de tirosina, se forman por precipitación de los aminoácidos de las proteínas, principalmente por el aminoácido tirosina. Pero ¿sabes cómo se forman estas pintas y qué forma tienen?, y sobre todo, ¿se pueden comer?
La respuesta a esta pregunta es sí. Estas pintas blancas del jamón que presenta en muchas de las lonchas se pueden comer y son inocuas para nuestra salud, ya que están formadas por aminoácidos (moléculas que constituyen las proteínas) presentes de forma natural en la carne, que precipitan a medida que el jamón va curándose. Sensorialmente, las pintas de tirosina no aportan sabor ni olor alguno. Únicamente, si son de tamaño muy grande, pueden llegar a ser desagradables durante la masticación debido a su textura arenosa o cristalizada.
La tirosina se puede clasificar como un aminoácido no esencial, lo que significa que el organismo puede sintetizarlo a partir de un sustrato como la fenilalanina, otro aminoácido en este caso esencial, ya que no podemos sintetizarlo y debemos aportarlo con la dieta.
En general, los aminoácidos, además de ser las moléculas con las que se construyen las proteínas, son precursores de otras moléculas con funciones biológicas importantes. Si nos centramos en la tirosina, podemos decir que es precursor de catecolaminas como adrenalina, dopamina y noradrenalina. Estos compuestos son neurotransmisores necesarios para mejorar la concentración, la motivación y el estado de ánimo. En conclusión, los aminoácidos en su estado nativo o funcional son claves para el buen funcionamiento del organismo y cuando los encontramos en forma de pintas blancas, no interfieren ni en el sabor ni en el aroma del jamón y son beneficiosas para nuestra salud. Desmitifiquemos la grasa del jamón, ya que es buena para la salud, todo en su justa medida.

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