SALMOREJO CORDOBÉS, PERFECTO PARA EL VERANO

Aunque esté siempre en una mesa española, el origen del salmorejo cordobés es probablemente desconocido para muchas personas, pues a pesar de ser una receta tradicional, su historia viene de lejos.

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Según algunos historiadores, el origen del salmorejo cordobés proviene de una receta conocida como mazamorra, que aún se elabora hoy en día. Esta receta contiene los mismos ingredientes que el salmorejo, excepto el tomate, lo que lleva a muchos a pensar que la mazamorra data de la época romana en la Península Ibérica. A lo largo de los siglos, esta receta se mantuvo en las cocinas tradicionales, convirtiéndose en un plato popular entre los jornaleros dedicados a la recolección de aceitunas debido a sus ingredientes sencillos, básicos y de bajo costo.

La llegada del tomate a España, junto con otros productos provenientes de América tras la conquista del Nuevo Mundo, transformó la receta original de la mazamorra. Al pan, aceite, sal y ajo se le añadió el tomate, lo que no solo mejoró el sabor, sino que también le dio al plato su característico color rosado. Con el paso del tiempo, se fueron añadiendo nuevos ingredientes, como huevo duro y jamón serrano picado, convirtiéndose en una forma común de acompañar el salmorejo. Además, la cocina moderna ha creado versiones innovadoras del salmorejo tradicional, incorporando ingredientes como zanahoria, aguacate o espárragos.

Es un plato versátil con más de 700 recetas que, aunque mantienen una base común, incorporan variaciones que enriquecen su sabor y textura. Entre las versiones más populares están el salmorejo de remolacha, que aporta un toque dulce y un vibrante color púrpura; el de aguacate, que ofrece una textura más cremosa y un sabor suave; y el de mango, que equilibra lo dulce y lo ácido con un matiz tropical. Estas innovaciones reflejan la capacidad de adaptación de este plato tradicional, permitiendo disfrutar de nuevas experiencias gastronómicas sin perder su esencia.

Salmorejo cordobés